Más allá de aquellas variedades autóctonas de aceituna de nuestro país conocidas mundialmente, merece la pena profundizar en la riqueza de nuestro sector oleícola.
Hace ya algún tiempo decidimos aprovechar este blog para dar un repaso a las variedades autóctonas de aceituna más representativas de las comunidades autónomas con una mayor tradición olivarera en nuestro país.
Así, durante varias publicaciones profundizamos en aquellas variedades autóctonas que conforman el patrimonio y tradición del cultivo del olivar en Aragón y Cataluña, Navarra y La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía o Castilla y León.
No obstante, para que este repaso resulte completo, también consideramos interesante detenernos en reconocer igualmente aquellas variedades autóctonas de aceituna a las que se está prestando una especial atención en los últimos tiempos, ya que están suponiendo un paso más hacia el incremento de la extraordinaria diversidad con la que cuenta nuestro sector oleícola a día de hoy.
Cobrançosa o Salgueira
Si bien es una variedad cuyo origen está relacionado históricamente con la mitad norte de Portugal, también está presente igualmente en las comunidades autónomas limítrofes de nuestro país, hasta el punto de que se considera la variedad con un mayor potencial de desarrollo y productividad en Galicia.
Si bien es una variedad autóctona que se adapta muy bien a los climas húmedos, el reconocimiento de su AOVE a nivel gastronómico se basa en la intensidad de sus matices amargos y picantes, así como por su aroma, con unas notas frutadas verdes muy características.
Verdial Canaria
El olivar canario se cultiva desde hace más de cuatro siglos, aunque sí que es cierto que su superficie cultivada resulta netamente inferior a la de otros cultivos muy característicos de este archipiélago.
Su origen proviene de la introducción mayoritaria de olivos de la variedad Verdial de Huévar, que se ha ido adaptando a las condiciones climáticas del entorno hasta dar lugar a esta variante netamente diferenciada.
El Aceite de Oliva Virgen Extra elaborado a partir de esta variedad autóctona canaria destaca gastronómicamente por su elevada calidad y su carácter distintivo frente a otras propuestas olivareras peninsulares.
Ocal
Se trata de una variedad autóctona característica de la provincia de Córdoba y de las comarcas limítrofes de la provincia de Sevilla, aunque actualmente también puede encontrarse en otras zonas, como Cádiz, Badajoz o, incluso, Salamanca.
La variedad Ocal ofrece la posibilidad de elaborar Aceites de Oliva Virgen Extra con unos matices frutados intensos, en los que sobresale la intensidad y persistencia de sus notas picantes.
Acebuchina
Se trata de la variedad de aceituna procedente de los olivos silvestres o acebuches, con independencia de que estos crezcan de forma autónoma o mediante cultivo.
Su presencia es más habitual en las zonas andaluzas próximas a Sierra Morena y las sierras malagueñas, los Montes de Toledo o Extremadura.
Su carácter asilvestrado otorga a esta variedad de aceituna un menor tamaño, llegando a necesitar hasta 20 kilogramos de aceituna par la producción de 1 litro de AOVE, y suele requerir de su recogida a mano mediante el denominado ‘ordeño’, pero aun así es muy valorada para la elaboración de Aceites de Oliva Virgen Extra, por la fortaleza y originalidad de sus matices y propiedades organolépticas.