Hace tan solo unas semanas decidimos dedicar un espacio de privilegio en nuestro blog a resaltar las principales variedades autóctonas de olivar que se cultivan en Andalucía, entre las que se encuentran algunas de las que cuentan con un mayor reconocimiento gastronómico por las propiedades organolépticas que aportan a sus aceites de oliva virgen extra, como es el caso de la variedad picual, la hojiblanca, la picuda, la manzanilla sevillana, la lechín de Granada o la lechín de Sevilla.
No obstante, si tenemos en cuenta que en el territorio de la comunidad autónoma andaluza se concentra una grandísima parte de la superficie cultivada de olivar en nuestro país, es lógico pensar que la diversidad del patrimonio olivarero andaluz no se reduce únicamente a estas variedades autóctonas.
Por eso, hoy queremos aprovechar este espacio para realizar una mención especial a aquellas variedades autóctonas de Andalucía que, si bien cuentan con una presencia menor a las anteriores, merecen su reconocimiento por el potencial y calidad que aportan a la elaboración de aceite de oliva virgen extra, tanto monovarietal como a través de su combinación con otras variedades para el desarrollo de coupage.
Verdial de Huévar
También conocida como Verdial Real, se trata de una variedad autóctona andaluza cuyo origen se encuentra en la localidad sevillana de Huévar del Aljarafe, y que actualmente se emplea tanto para la elaboración de aceite de oliva virgen extra como para la producción de aceituna de mesa.
El AOVE resultante a partir del empleo de esta variedad de aceituna se caracteriza por la intensidad de sus notas amargas y picantes, y sus reminiscencias olfativas con un marcado carácter frutado verde.
Verdial de Vélez-Málaga
Esta variedad de aceituna es originaria del municipio malagueño que le da nombre, ubicado en la comarca de La Axarquía, en la zona costera oriental de la provincia.
Los AOVE elaborados a partir de aceitunas Verdial de Vélez-Málaga se caracterizan por su suavidad en boca y por el predominio gustativo de notas asociadas a frutas maduras.
Royal de Cazorla
Es una variedad autóctona de las comarcas orientales de la provincia de Jaén, cuyo cultivo se concentra casi exclusivamente en los municipios próximos a la Sierra de Cazorla.
Frente a otras variedades autóctonas muy representativas de este territorio, como la variedad picual o la hojiblanca, la variedad autóctona Royal de Cazorla destaca por la suavidad de su sabor dulce, con unas notas amargas y picantes muy sutiles.
Ocal
Se trata de una variedad autóctona característica de la provincia de Córdoba y de las comarcas limítrofes de la provincia de Sevilla, aunque actualmente también puede encontrarse en otras zonas, como Cádiz, Badajoz o, incluso, Salamanca.
La variedad Ocal ofrece la posibilidad de elaborar AOVEs con unos matices frutados intensos, en los que sobresale la intensidad y persistencia de sus notas picantes.
Aloreña
La variedad de aceituna Aloreña tiene su origen en la localidad malagueña de Álora, en la comarca del Guadalhorce, donde se concentra actualmente la mayor parte de su producción.
Los aceites oliva virgen extra elaborados a partir de la variedad Aloreña destacan por sus matices aromáticos y un dulzor muy característico, así como por una ausencia prácticamente total de notas amargas.