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El Aceite de Oliva como elemento básico para la generación de empleo y desarrollo rural

El sector del Aceite de Oliva contribuye a dar vida a nuestras zonas rurales, fijando la población al territorio y siendo una fuente empleo y riqueza esencial en nuestra sociedad.

Cuando se hace referencia al papel estratégico del aceite de oliva, y del sector oleícola en términos generales, en nuestro país, se suele asociar este protagonismo al reconocimiento de este producto como seña de identidad de nuestra gastronomía en todo el mundo. No obstante, es importante destacar otros aspectos igualmente esenciales, como su potencial para el desarrollo socioeconómico de nuestro país.

Una buena prueba de ello es el hecho de que más de un 60% de la producción anual de Aceite de Oliva española se dedica a la exportación, consiguiendo así que nuestro aceite esté presente, a día de hoy, en más de 160 países de todo el planeta.

La extraordinaria importancia de la producción de aceituna para la elaboración de Aceite de Oliva es uno de los grandes motores de empleo y desarrollo en una gran parte de nuestras zonas rurales.

En este sentido, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el cultivo del olivar, en todas sus etapas y muy especialmente a lo largo de la recolección de la aceituna, genera anualmente más de 45 millones de jornales, además de ser el responsable de la creación y consolidación de unos 130.000 empleos directos, la mayor parte de ellos en zonas rurales, fomentando en consecuencia el arraigo de la población local a dichos territorios.

Asimismo, el protagonismo del sector oleícola como generador de empleo y desarrollo rural también se pone de manifiesto gracias a las posibilidades que ofrece, por ejemplo, el oleoturismo por su capacidad para atraer a miles de personas interesadas en conocer, de primera mano, nuestro impresionante patrimonio cultural, agrícola y gastronómico.

En definitiva, cuando se habla de la grandeza de nuestro Oro Líquido, esta trasciende mucho más allá de las propiedades organolépticas y saludables únicas que se encuentran presentes en nuestros Aceites de Oliva. También es indispensable reconocer como merece todo lo que el cultivo del olivar devuelve, y seguirá devolviendo en el futuro, a aquellos territorios en los que está presente.