Descubre las infinitas posibilidades gastronómicas del Aceite de Oliva Virgen Extra

Cuando se habla de las posibilidades gastronómicas y culinarias del Aceite de Oliva Virgen Extra se incurre, en ocasiones, en el error de considerar que su utilización se reduce, salvo en contadas excepciones, a su empleo en crudo, y muy especialmente para la elaboración de aliños o marinados frescos.

No cabe duda de que esta capacidad de aportar un sabor único a este tipo de platos es una de las propiedades más conocidas y destacadas del Aceite de Oliva Virgen Extra.

Sin embargo, más allá de este uso, en el que hay que reconocer que no tiene rival, el AOVE se caracteriza por su extraordinaria capacidad para enriquecer de una forma especial muchas otras elaboraciones, gracias a sus infinitas y variadas posibilidades gastronómicas, entre las que consideramos sumamente interesante destacar las que te ofrecemos a continuación.

 

Preparación de salsas

 

El hecho de añadir AOVE a la elaboración de salsas no solo les aporta un matiz característico y diferencial en términos de sabor, sino que también permite incorporarles propiedades nutricionales más que recomendables, mejorando considerablemente su carácter saludable.

Además, el Aceite de Oliva Virgen Extra también destaca por sus propiedades como emulsionante natural, permitiendo la combinación de alimentos o líquidos que en principio presentan dificultades para conjuntarse por sí solos, al tener texturas diferentes, como ocurre en la elaboración de la mayonesa o el gazpacho, por citar solo dos ejemplos bastante conocidos.

 

Elaboración de sopas, cremas y purés

 

Este tipo de platos se suele realizar mediante el desarrollo de la cocción de sus diferentes ingredientes sin sobrepasar excesivamente el punto de ebullición, lo que permite que el Aceite de Oliva Virgen Extra mantenga totalmente intactas sus propiedades organolépticas.

Asimismo, en el caso de que se desee potenciar aún más los matices del AOVE elegido, se puede optar por añadir una cierta cantidad en crudo a la elaboración final, instantes antes de su emplatado definitivo.

 

Realización de confitados

 

Este proceso se lleva a cabo mediante la cocción del alimento a baja temperatura y durante un tiempo prolongado, con el fin de mejorar su textura y suavidad.

No obstante, la preparación de confitados implica una cierta pérdida del sabor original del ingrediente empleado, por lo que el empleo de Aceite de Oliva Virgen Extra es muy útil para realzar sus matices y atractivo para el paladar.

 

Preparación de conservas

 

Este es sin duda, una de las posibilidades gastronómicas más destacables del AOVE en crudo desde tiempos ancestrales, ya que permite incrementar notablemente el buen estado de aquellos alimentos que se sumergen en él, como suele hacerse con quesos, carnes o diferentes tipos de pescado.

 

Como acompañamiento ideal de pastas y arroces

 

Tanto en su elaboración, para evitar que los ingredientes se peguen al recipiente de cocción, como en su preparación final, el Aceite de Oliva pasa por ser un ingrediente básico para el desarrollo de este tipo de recetas.

 

Elaboración de salteados, frituras o asados

 

El Aceite de Oliva cuenta, por sus propias propiedades naturales, con una extraordinaria, y muchas veces desconocida, resistencia a las altas temperaturas, lo que le confiere una gran utilidad para la realización de elaboraciones que requieran de estas condiciones para alcanzar un resultado óptimo.

 

Preparación de postres y repostería

 

Más allá de otras muchas posibilidades gastronómicas en las que el AOVE suele estar presente, es preciso destacar la capacidad de aquellos aceites de oliva virgen extra con un mayor dulzor para mejorar el sabor de multitud de recetas de postres y repostería, hasta el punto de que se emplea, de una forma más habitual de lo que se suele pensar, en la elaboración de chocolates o helados.