Estamos seguros de que, en más de una ocasión, te habrás planteado qué significa el término ‘frutado’ en relación a un AOVE. Aquí tienes la respuesta.
Cuando se hace referencia a los diferentes matices presentes en un AOVE es bastante habitual que se emplee, entre otros términos, un concepto que puede llevar a cierta confusión, como es el de ‘frutado’ (que no ‘afrutado’).
En este sentido, llama la atención que el carácter frutado de un Aceite de Oliva Virgen Extra es, precisamente, una de las características más importantes y diferenciales a la hora de evaluar su calidad y propiedades únicas, por lo que consideramos indispensable aprovechar este espacio para resolver tus posibles dudas sobre este aspecto.
Al hablar de los matices frutados de un AOVE se está incidiendo en la exposición de aquellas sensaciones o propiedades organolépticas que se perciben con un mayor o menor nivel de intensidad durante la realización de su cata profesional o su consumo a nivel doméstico, y que están relacionadas de forma directa con las características que se han trasladado, cuidando al máximo su pureza, desde la aceituna al Aceite de Oliva Virgen Extra resultante.
Dicho de otra manera, de una forma más coloquial, cuando se habla del carácter frutado de un Aceite de Oliva Virgen Extra se está haciendo referencia a la riqueza de matices que posee la elaboración final del AOVE y que, en la práctica, son los que lo dotan de su propia personalidad, aroma, sabor y calidad.
Como es lógico, al tratarse del jugo o zumo de una fruta como la aceituna, se recoge toda esta diversidad de detalles bajo el término ‘frutado’, que estará condicionado por la variedad de aceituna seleccionada y el hecho de recoger este fruto en su momento óptimo de maduración y directamente del árbol, para evitar cualquier elemento externo que pueda distorsionar sus notas organolépticas características.
Así, es posible encontrar notables diferencias entre el carácter frutado de un AOVE en base a este aspecto, dando lugar a las categorías o tipos de frutado que te mostramos a continuación:
- El frutado que se percibe en aceites de oliva virgen extra elaborados a partir de aceitunas tempranas destaca principalmente porque ofrece claras reminiscencias a productos vegetales y frutos verdes, como puede ser la higuera, la hoja de olivo la almendra verde o la hierba recién cortada, además de mostrar unos matices en boca amargos y picantes más intensos, derivados principalmente de una mayor presencia de ácidos fenólicos.
- Por el contrario, el carácter frutado asociado a aceitunas con un mayor grado de maduración suele evocar a frutos secos y vegetales con una mayor madurez, como la manzana o el tomate. En este sentido, y aunque este aspecto puede estar condicionado por la variedad de aceituna, el AOVE resultante de la elaboración suele presentar unos matices más suaves y dulces en boca, con una intensidad mucho más sutil de amargor y picor, al presentar una menor concentración de antioxidantes.
En este punto, es preciso resaltar que el carácter frutado de los AOVE es uno de los elementos que permite establecer una mayor diferenciación respecto a otras variedades de aceite de oliva, ya que implica el traslado directo de las propiedades organolépticas de la aceituna, sin ningún tipo de proceso adicional ni refinamiento, al jugo resultante de la misma.
En definitiva, como puedes observar, el carácter frutado de un AOVE es un instrumento más que valioso para conocer más sobre el origen del Aceite de Oliva Virgen Extra que estás degustando, y muy especialmente sobre las características de las aceitunas empleadas en su elaboración.
1 thoughts on “¿Qué implica el término ‘frutado’ en relación a un Aceite de Oliva Virgen Extra?”
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