La aparición de la COVID-19 obligó a muchas empresas, incluidas del sector alimentario y el oleícola, a adentrarse en la digitalización.
La situación que estamos viviendo marcará un antes y un después en el paradigma mercantil, ya que llevará a las empresas a hacer frente a los nuevos y competitivos retos que están teniendo lugar.
Por este motivo, y también porque en un periodo de tiempo tan breve ha puesto de manifiesto que facilita el trabajo y mejora el rendimiento de las empresas, la digitalización ha cobrado más importancia que nunca y se ha vuelto un gran aliado.
Digitalización del sector de la agricultura
Entendemos por “digitalización” el hecho de transformar procesos analógicos y objetos físicos en digitales. Pero en el ámbito empresarial este concepto va mucho más allá y se utiliza cuando las empresas implementan tecnología, recursos y herramientas digitales que ayudan a optimizar los procesos de trabajo.
Actualmente, los agricultores deben hacer a unos inmensos desafíos: la producción es cada vez mayor porque la demanda es cada vez mayor y más exigente, los alimentos deben ser mejores, pero los recursos que se ponen a disposición de los agricultores son cada vez menores. Por tanto, la situación es muy complicada y hasta cierto punto, insostenible.
A ello hay que sumarle la misión de enfrentarse al cambio climático y reducir la huella medioambiental. Todo esto, enmarcado en un mercado global volátil donde los consumidores son cada vez más exigentes e impacientes.
Agricultura 4.0
Para esto, la revolución digital es un gran aliado. Del empleo de herramientas inteligentes que abran el camino hacia el futuro nacerá la agricultura 4.0.
Ahora mismo, a pesar de lo que nos podríamos imaginar, hay una gran brecha entre el mundo rural y el mundo urbano: menos de la mitad de los hogares que se encuentran en áreas rurales de la Unión Europea tienen acceso a banda ancha.
Por lo tanto, para comenzar una revolución digital o una digitalización de la agricultura, es necesario comenzar por ahí. El campo se muestra abierto a la digitalización, pero es necesario que las tecnologías se adapten a las necesidades del entorno rural, comenzando por una mayor y mejor conectividad.
Digitalización del sector olivarero en España
España es un país líder a nivel mundial en la producción, exportación y calidad de aceites de oliva, con un extenso sector olivar que alberga diferentes tipos de explotaciones, orografías, etc. Por lo que debe ser la pionera en apostar por las nuevas técnicas desde el cultivo de la oliva hasta la comercialización final del producto.
Los procesos de digitalización supondrían la mejora de los procesos y la eficiencia del sector:
- Contribuirían en la innovación de los productos, aportándoles un valor añadido.
- Ofrecerían una información bien tratada que ayudaría en la toma de decisiones estratégicas.
- Incrementaría la productividad empresarial y ayudaría en la salida a mercados exteriores.
- Mejoraría las producciones y, como consecuencia, la competitividad.
- Permite controlar y optimizar los recursos y procesos productivos.
Aplicaciones digitales en el sector olivarero
En el sector olivarero hemos sido testigos de la innovación, aunque se presentase de manera lenta, como por ejemplo la mecanización. Esto demuestra que cualquier implantación novedosa siempre será bienvenida en el sector y tendrá un efecto positivo.
Ahora mismo, la presencia de elementos digitales no es igual en todos los olivares, pero tiene mucho potencial, ya que permite un tipo de cultivo muy productivo que proporciona grandes volúmenes de información. A este respecto, el Big Data ayudaría en la predicción del comportamiento de plagas o las necesidades de fertilización o de aguas.
Se podrían analizar los procesos para identificar y establecer estrategias que mejoren la eficiencia técnica, económica y ambiental, como por ejemplo en un uso eficiente de la energía y del agua. Algo que contribuiría en la lucha contra la huella medioambiental.
También mejora la diferenciación de los productos y su posterior trazabilidad en la comercialización.
Beneficios de apostar por la digitalización del sector agro
En cuanto a los beneficios que reporta la digitalización, estos se dan en todas las fases de la producción.
Por un lado, el sistema de comercialización se vuelve cada vez más indispensable debido a la situación del mercado actual y a los retos a los que hace frente. Por eso, un buen packaging, técnicas de marketing y publicidad adecuadas (todos ellos, proyectos digitales) ayudan a poner en valor el producto y posicionarlo bien en el mercado.
Es una herramienta importante en la lucha contra el cambio climático, por aspectos como los mencionados anteriormente.
Los procesos de la cadena productiva se vuelven más eficientes. Proporcionan mayor información y una mayor analítica, lo cual influye en la toma de decisiones, que busca los beneficios económicos, sociales y medioambientales.
Por lo tanto, la digitalización de la industria oleícola se perfila como una de las grandes apuestas de futuro, ya que el empleo e instalación de tecnologías de I+D optimizan los recursos de manera sostenible al tiempo que ofrece un mayor valor en unos productos cuyos márgenes de beneficio son tan estrecho.
1 thought on “La digitalización en el sector agrícola”
[…] obstante, gracias a la modernización y mecanización del sector, actualmente se imponen las máquinas vibradoras o varas mecanizadas que ayudan en la recogida, […]