Si bien la calidad única de un buen Aceite de Oliva Virgen Extra se puede experimentar sobradamente mediante su degustación en los diferentes platos en los que está presente, a la hora de identificar de una forma individualizada todos y cada uno de sus matices diferenciales lo más recomendables es proceder a la realización de una Cata de AOVE.
De esta forma, sus distintas propiedades no correrán el riesgo de verse enmascaradas, en lo referente a su capacidad de identificación, por los alimentos que también están presentes, resultando más sencilla la detección y valoración de aquellas propiedades organolépticas que convierten a cada elaboración de Aceite de Oliva Virgen Extra en una propuesta única y diferente al resto.
En este sentido, una vez que en anteriores publicaciones en este blog ya hemos tratado en profundidad los aspectos más relevantes a tener en cuenta para la realización de una Cata de AOVE, hoy queremos aprovechar este espacio para detenernos en el papel protagonista que ejercen varios de nuestros sentidos en el desarrollo de este proceso, y que pasamos a mostrarte a continuación:
Tacto: para comenzar, si bien el tacto no cuenta con una función principal para percibir los diferentes matices de un Aceite de Oliva Virgen Extra en una cata, sí que resulta fundamental a la hora de servir como mecanismo para atemperar el producto de una forma totalmente natural, permitiendo que sean mucho más perceptibles todos sus matices diferenciales.
Por este motivo, si no se cuenta con un bloque calefactor profesional que realice este proceso, colocaremos nuestras manos debajo del recipiente durante alrededor de 30 segundos, hasta que este adquiera una temperatura óptima gracias a nuestro calor corporal.
Olfato: entrando ya en detalle en aquellos sentidos que resultan indispensables en el desarrollo de una Cata de AOVE, el olfato es esencial para percibir los diferentes matices aromáticos de un Aceite de Oliva Virgen Extra.
De esta forma, mediante la inhalación de los vapores naturales que se generan a través del atemperado y la realización de movimientos circulares suaves del vaso de cata se podrá percibir con claridad la intensidad de cada uno de sus matices olfativos, los cuales resultan claves para evaluar su calidad.
Gusto: tras la evaluación de las propiedades aromáticas de un Aceite de Oliva Virgen Extra, el siguiente y último paso consistirá, como no podría ser de otra manera, en el análisis de sus características gustativas.
Así, al mantener durante unos segundos un pequeño sorbo en boca, aparecerán aquellas notas que reflejan aspectos tan relevantes como la variedad de aceituna empleada en su elaboración o la fase de maduración en la que se produjo su recolección, gracias a la presencia de elementos frutados y de la intensidad de reminiscencias dulces, amargas o picantes que se experimentarán tanto en distintas zonas de la lengua como en el paladar.
A partir de esta reflexión sobre el papel esencial de tus sentidos en el desarrollo de una cata, desde La Comunal queremos ofrecerte todo lo que necesitas para convertirte en un auténtico experto en la identificación de las diferentes propiedades organolépticas de un AOVE.
Por eso, en nuestro establecimiento comercial y nuestra tienda online podrás adquirir un artículo especialmente dirigido a ayudarte en este aprendizaje, como es nuestro Catapack de AOVE.
Del mismo modo, también podrás informarte y reservar tu entrada para las múltiples catas de AOVE presenciales que tenemos previsto organizar en nuestra tienda de Madrid. ¡Te esperamos!
