El Aceite de Oliva Virgen Extra es, sin lugar a dudas, un ingrediente básico en los hábitos nutricionales relacionados con la Dieta Mediterránea.
La íntima relación que existe entre el Aceite de Oliva Virgen Extra y la Dieta Mediterránea llega hasta tal punto que esta unión ha contribuido notablemente a que las propiedades organolépticas, nutricionales y saludables de nuestro AOVE sean reconocidas y valoradas en todo el planeta.
En este sentido, el Aceite de Oliva Virgen Extra destaca por ser un ingrediente básico a la hora de definir los hábitos nutricionales y el carácter saludable de la Dieta Mediterránea, debido al inmenso valor de esta grasa vegetal para potenciar el sabor de los platos y recetas que forman parte de su imaginario gastronómico.
Una de las propiedades del AOVE que, puede resultar más desconocida para la gran mayoría de nosotros reside en su capacidad para favorecer, a su vez, la absorción y asimilación natural de los nutrientes presentes en los diferentes alimentos a los que acompaña en cada receta.
El hecho de cocinar con Aceite de Oliva Virgen Extra, ya sea como condimento en crudo, para platos fríos o marinados, o a la hora de realizar la cocción o fritura de hortalizas, verduras, carnes y pescados, ayuda a nuestro aparato digestivo a absorber los compuestos bioactivos presentes en estos alimentos, como son los polifenoles y los carotenoides, esenciales para nuestra correcta nutrición.
Asimismo, la influencia positiva del AOVE sobre las funciones de nuestro aparato digestivo sirven de refuerzo para que este mejore aún más su protagonismo a la hora de incorporar de una forma óptima los nutrientes de los alimentos en nuestro organismo.
Por todo ello, el Aceite de Oliva Virgen Extra no solo debe ser considerado como un alimento saludable por su composición nutricional en sí misma, sino también por su efecto potenciador a la hora de favorecer la asimilación de aquellos compuestos que están presentes en el resto de alimentos que forman parte de nuestra Dieta Mediterránea.